viernes, 5 de julio de 2013

Esos días...

Esos días en los que lo único que quieres es encerrarte en tu habitación, poner una buena música, cerrar los ojos y no pensar en nada. Quizás por una tonta discusión con tus padres o tal vez por una pelea con tus amigos. Algo que no te ha sentado muy bien o simplemente porque necesitas despejarte un poco. ¿Realmente merecen la pena? ¿Merece la pena encerrarse y no discutir con alguien? ¿Es discutir de sabios? ¿Por qué tenemos esa necesidad de desaparecer del mundo? ¿Necesitamos de verdad "nuestro espacio"? No se si vuestros padres lo harán, los míos no se encierran en su cuarto y se apartan del mundo. ¿Por qué nosotros si lo necesitamos? ¿Tendrán ellos alguna otra manera de incomunicarse con todo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario