Era tarde, la luz estaba cayendo y mi amiga y yo permaneciamos en mi habitación resguardadas de mis padres. Mas que amiga era una chica que me ponía demasiado, se pasaba todo el día provocandome. Ella era bi y yo era consciente de ello, se había tirado a bastantes tías antes de hacerlo conmigo y eso me gustaba demasiado.
Yo la provocaba y ella a mi. Así que decidí invitarla a casa a "dormir".
Mis padres dormían. La chica y yo estábamos en la cama, mirándonos. Ella me gustaba muchísimo pero no sabía como romper el hielo. Fue ella quién tomó la iniciativa y se puso encima de mi. Me agarró el cuello y empezó a comerme la boca, sabía lo que hacía. Decidimos quitarnos la ropa la una a la otra y así lo hizimos. Ella estaba encima de mi, yo era suya y estaba dispuesta a entregarme a ella por completo. Comenzó a comerme el cuello, iba bajando lentamente con su lengua y mi piel cada vez se ponía mas de gallina. Ella bajaba por las tetitas y me mordia el pezón dulcemente. Yo gemía, no quería que acabase aunque solo acababa de empezar. Seguía por la tripita, ahí es donde empiezan las buenas comidas, en el ombligo. Cuando llegó al chochito yo ya tenía las piernas muy abiertas, con ganas de que su lengua alcanzara mi entrepierna. Como ya estaba lubricada, estuvo unos minutos comiendomelo hasta que derepente sentí tres dedos dentro de mi, se movían rapidamente y con mucha facilidad. No podía parar de gemir. Me corrí. Fue la primera vez que me lo comieron, yo no se lo comí puesto que era mi primera vez con una chica y estaba un poco perdida.
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